Oscar Almario Garcia.

La noticia circulo inmediatamente entre la red de colegas y amigos latinoamericanos que lo conocimos en España: el economista e historiados cubano Manuel Moreno Fraginals murió en Miami, healing a las 9 p.m. del miércoles 2 de mayo de 2001. En efecto, el mas importante historiados social y económico cubano y uno de los mas originales y penetrantes pensadores latinoamericanos, ya no esta entre nosotros. Estas notas no tienen pretensiones biográficas ni bibliográficas en sentido estricto, ya habrá quien o quienes realicen esa tarea, que de hecho ya la había iniciado el historiador catalán Josep Fontana, como editor y prologuista de dos libros de Moreno Fraginals. Aquí aspiramos a algo mucho mas sencillo: con una rápida semblanza, queremos evocar su obra y su personalidad como historiador.

En Colombia supimos por primera vez de la importancia de Moreno Fraginals por cuenta de Germán Colmenares y me atrevo a decir que, cuando se hagan las biografías intelectuales de ambos y como parte de ellas se comparen sus obras, seguramente se podrá captar que Colmenares, en buena medida, parece haber construido su modelo complejo mina-hacienda para explicar el funcionamiento de la economía minera y esclavista de la antigua Gobernación de Popayán, teniendo como referencia el modelo que el cubano elabora sobre los grandes complejos de la esclavitud en las Antillas: el ingenio y la plantación, analizados también por una pléyade de historiadores antillanos y norteamericanos. Pero se trata obviamente de contra-modelos, ya que responden a explicaciones sobre realidades históricas y sociales muy distintas.

La obra de Moreno Fraginals no es muy extensa aunque si intensa, sus libros son: El Ingenio. El complejo económico social cubano del azúcar, 1964-1978; cuyo primer tomo se publico en 1964 con el apoyo explicito de comandante Ernesto “Che” Guevara y a quien fue dedicado, pero sólo se vino a conocer su edición completa en tres volúmenes en 1978, por la Editorial de Ciencias Sociales en La Habana. Las posteriores diferencias del autor con los dirigentes cubanos nos han impedido hasta la fecha la reimpresión, por dicha editorial o por cualquier otra, de ésta su obra fundamental. Por estas razones y paradójicamente, es un libro clásico y demandado pero escasamente conocido. Misiones cubanas en archivos europeos, 1952; José Antonio Saco: estudio y bibliografía, 1960, en el que analiza a una de las personalidades mas notables del criollismo en Cuba; La Habana, 1963; África en América Latina, obra colectiva cuya coordinación y relatoría estuvo a cargo de Moreno Fraginals, publicada por la UNESCO y Siglo XXI, 1977 y 1987; Economías y sociedades de plantaciones en el Caribe español, 1860-1930 en la Historia de América Latina, volumen 7, editado por Leslie Bethel (Cambridge Universtity Press-Editorial Critica), 1986, 1997; La historia como arma y otros estudios sobre esclavitud, ingenios y plantaciones, 1982, 1999, editado por Critica-Grijalbo; Cuba/España. España/Cuba. Historia común, 1995, 1996, también publicado por Critica-Grijalbo. Estos dos últimos libros fueron prologados por Josep Fontana, responsable por eso de difundir entre los historiadores y el publico hispanoamericano la obra de Moreno Fraginals.

Moreno Fraginals tuvo una amplia y solida formación académica: graduado en Derecho Civil, 1943 y en Ciencias Sociales, 1951, por la Universidad de La Habana, realizo estudios históricos en El Colegio de México (1945-1947); por otra parte, su formación marxista y económica fue practica. En él se combinaban dos habilidades muy difíciles de encontrar reunidas en una misma persona, su extraordinaria pasión por los archivos y el oficio de historiador por una parte y una vasta experiencia en la administración y gestión empresarial por otra. “Ha desarrollado simultáneamente sus investigaciones dentro del campo de las ciencias sociales y trabajos prácticos como analista de mercados y economía de empresas”, dice en una parte la nota biográfica de la edición del libro coordinado por él y editado por la UNESCO.

Sus periplos académicos e investigativos lo llevaron por El Colegio de México, los Archivos de Indias y Simancas, el Archivo Histórico de Madrid, el Servicio Histórico Militar de Madrid, el Archivo Histórico Militar de Segovia, el Archivo de Indianos en Colombres, Asturias; la Colonial Office de Londres, los National Archives de Washington, el Archivo Nacional de Cuba, en La Habana; y los Archivos Provinciales de Matanzas, Santa Clara, Cienfuegos, Sancti Spíritus, Trinidad, Camagüey y Santiago. Así como por las Bibliotecas Nacionales de La Habana, Madrid, Washington, México, Caracas, Kingston, entre muchas otras.

Desde sus comienzos apoyó la revolución cubana y a su regreso a Cuba en 1959, desempeño diversos cargos en el Ministerio de Comercio Exterior y en el Ministerio de Cultura. Debió enfrentar, como un proyecto personal, el reto de intentar hacer una nueva historia de su país, ante la posición del Estado cubano de producir una historia oficial de Cuba con criterios mas ideológicos que científicos o críticos, posición que, como el exigente historiador que era, no podía compartir. Con el tiempo, se distancio del todo de la dirección cubana, pero no de su gran pasión por el pueblo y la historia de la isla.

Descendiente de una familia de empresarios azucareros – su abuelo y su padre poseyeron en el pasado esclavos e ingenios -, se levantó literalmente en medio de ese gran personaje de la historia cubana que es el azúcar y con un conocimiento directo de sus entornos productivos, tecnológicos y sociales. Moreno Fraginals llegó a convertirse en toda una autoridad nacional y mundial en el tema económico de producción azucarera, conocimiento que, como quedó dicho, complementó con los estudios históricos. Puede decirse que su énfasis en la importancia y trascendencia de la economía esclavista y azucarera en la formación de la sociedad y cultura cubana, constituye una sutil confrontación con ese otro maestro del pensamiento social cubano, don Fernando Ortiz, autor del Contrapunteo cubano del tabaco y el azúcar, 1940; quien considera que el tabaco es el verdadero gran personaje de la historia cubana por su condición autóctona y sentido libertario que insuflo en los grupos sociales que vivían de esa actividad, mientras que el azúcar no sólo es extranjero, sino que es sinónimo de relaciones opresivas y esclavistas.

Desde los años sesenta se desarrollaron un conjunto de iniciativas auspiciadas por la UNESCO, acerca de las relaciones culturales entre África y América Latina, y un proyecto sobre el particular fue presentado en Paris por el etnólogo francés Roger Bastide en 1972 en Paris. Es esa perspectiva, Moreno Fraginals preparo y presento un nuevo plan para una reunión en México en 1974, que se aprobó y con el cual se fortaleció ese tema durante varios años. Muchas de las pistas y caminos abiertos en esa época por Moreno Fraginals y otros investigadores del área caribeña por esa época, se han confirmado o afinado como desarrollos por investigadores de las nuevas generaciones. Sin duda, varios de los temas tratados por Moreno Fraginals y algunas de sus estrategias de investigación nos pueden parecer hoy demasiado estructurales y con excesivo peso en lo económico. Pero no se puede olvidad, por otra parte, que los paradigmas que impregnaron a los investigadores de su generación, les impidieron observar aquellos problemas que hoy identifican los actuales “territorios del historiador”; los culturales, los mentales y el de los imaginarios. Sin embargo, Moreno Fraginals fue siempre muy juvenil y abierto a las nuevas corrientes de la historiografía y a las otras ciencias sociales, como se puede constatar con la lectura del ultimo de sus libros Cuba/España. España/Cuba, síntesis al tiempo que reescritura magistral de sus trabajos anteriores. Agreguemos algo mas sobre este libro, que le reporto muchas satisfacciones a Moreno Fraginals, por que fue muy bien recibido y por su publicación y reediciones posteriores, coincidieron con el centenario de la independencia cubana y la separación de España, lo que motivo la reflexión sobre el significado de la perdida de una de las “ultimas joyas” de la Corona para la sociedad y cultura española.

En Cuba fue profesor de historia en las universidades de Oriente y Las Villas. Fue profesor visitante en varias universidades europeas, latinoamericanas y de Estados Unidos, y en el momento de su muerte se desempeñaba como profesor especial en la Universidad de Miami. Es esta ciudad, en la que residía en los últimos años, intentaba rehacer su vida fuera de Cuba y se había vuelto a casar. En esta etapa de su actividad investigativa recibió apoyo del Rockfeller Institution, de la John Simon Guggenheim Foundation y de la Latin American Program, y se mantuvo activo y productivo hasta el final.

Los participantes de un Programa de Doctorado del Departamento de Antropología Social de la Universidad de Sevilla, tuvimos la suerte y el privilegio de conocerlo y tratarlo de cerca durante dos temporadas (1997-1998). Alto, blanco, apuesto y encantador en el trato y la palabra a pesar del paso y huellas del tiempo, nos dejo en la memoria la impronta de su magisterio y vitalidad. Personalmente tuve un privilegio adicional, por la posibilidad de, sirviendo de accidental mediador, hacer “conversar” a dos historiadores y sus respectivas obras, Colmenares y Moreno Fraginals, el uno muerto y el otro vivo, en torno a dos formas de la esclavitud en América española: la colombiana, minera y en un territorio de frontera y selva húmeda tropical como el Pacifico; la cubana y antillana, agro-productiva y en el núcleo de las grandes potencias.

“Chico, no me digas Maestro, dime Manolo”, era su reproche frecuente por mi manera de dirigirme a él con respeto, algo que sólo pude lograr después de varios encuentros y con mucha dificultad. Así que, para quedar a mano, permítame decirle ahora: ¡Hasta luego Maestro Manolo y gracias!